- 18 mayo, 2017
- Por Maurizio Motor
- En Bicicletas
- Etiquetas Bici, bicicleta, mantenimiento de bicicleta, poner a punto, poner a punto tu bicileta
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Una bici nunca muere, al menos si sabes cuidarla como merece. Ahora que estamos a las puertas del verano, vamos a contarte cómo poner a punto tu bicicleta para vivir sus momentos de gloria. Aunque en principio pueda parecer una tarea compleja y darnos algo de pereza, deberías seguir los siguientes consejos para garantizar tu seguridad y tener la mayor comodidad sobre el sillín. ¿Listo? ¡A pedalear!
En caso de que no tengas una buena caja de herramientas, pásate por Maurizio Motor y podrás llevarte el kit básico de herramientas para bicicleta: destornilladores planos y de estrella, desmontables para ruedas y llaves Allen, llave inglesa (en caso de que nuestra bici no tenga cierre rápido) y unos alicates para ajustar el cableado.
Kit de mantenimiento para bicicleta.
¿Tienes todo a mano? Agarra un trapo para no acabar con las manos muy sucias y vamos por partes:
Comprobación de la presión de las ruedas de la bici
Pon la bici al revés, apoyada en el suelo sobre el manillar y el sillín, y revisa la presión de las ruedas, asegurándote de que no haya grietas en la superficie cuando estés hinchándolas. La presión debe ser la que indique el fabricante, pero podemos adecuarla ligeramente al tipo de recorrido que vayamos a hacer: más presión si vamos a ir por pista o carretera; y menos si lo nuestro es el triatlón o la naturaleza.
Por último, revisa la estabilidad de los radios y limpia la parte de la llanta que entra en contacto con las zapatas al frenar. Esto eliminará ruidos molestos y mejorará la eficacia de la frenada.
Ajuste de las zapatas de frenos
La seguridad es lo primero. Comprueba cómo de ajustadas están las zapatas sobre la llanta: si la rozan o están demasiado lejos, ajústalas con el tensor hasta conseguir la posición más óptima.
Si las zapatas estuvieran muy gastadas, compra unas nuevas. Son muy económicas y notarás una gran mejora en la frenada. En caso de que tuvieras frenos de disco, el mantenimiento es algo más complicado, por lo que te recomendamos que nos hagas una visita.
Limpieza y engrasado de la cadena de la bici
Con la bicicleta aún del revés, aplica un trapo o paño sobre la cadena mientras giras los pedales. De esta forma podrás quitar la grasa seca y demás suciedad que pueda tener. Mientras lo haces, comprueba que no haya ningún eslabón suelto o mal colocado (en caso de que encuentres alguno, quítalo con un tronchacadenas o llévala a tu taller de confianza). Si cuando has estado pedaleando has escuchado algún chirrido, probablemente necesites engrasar la cadena, con lo que minimizarás el desgaste, la fricción y la oxidación.
Revisión del plato y de los piñones de la bicicleta
Si tu bicicleta es de cambios, habrás notado que el plato y los piñones acumulan mucha suciedad que puedes eliminar con un trapo e incluso ayudándote cuidadosamente con un destornillador de cabeza plana.
Si la transmisión de los cambios se ha desajustado y hace que la cadena salte en algún piñón o no realice el cambio de velocidad, tendrás que hacer ajustes. Para ello, utiliza un destornillador para ajustar los dos tornillos que suelen acompañar al cambio trasero y los otros dos que regulan el desviador de los platos. También es probable que tengas que reajustar la tensión de los cables que parten desde el manillar.
Repaso de la tornillería y lavado
Comprueba que todos los tornillos y tuercas de tu bicicleta estén bien apretados y que no haya ninguno oxidado (en este caso, cámbialo o, al menos, límpialo con aceite de engrase). ¡No olvides revisar los cierres de las ruedas y los pedales!
Finalmente, recuerda que una bicicleta limpia será menos propicia a averiarse. Si no está muy sucia, puedes lavarla en seco, con un trapo; y si prefieres en mojado, puedes hacerte con un kit de limpieza específico.
Sí. Aunque acabas de poner a punto tu bicicleta, no está de más asegurarte de que tanto el sillín como el manillar estén a la altura correcta ya que, de no estarlo, pedalearás con una mala postura, lo que puede acarrearte problemas de rodilla y espalda.
Un último consejo antes de salir a pedalear: lleva siempre contigo la bolsa de repuestos, que debe incluir aceite para la transmisión, desengrasante, inflador, parches para posibles pinchazos y un pequeño kit de herramientas.
El tiempo dependerá de tu destreza y de lo concienzudo que quieras ser en la tarea. No obstante, con unos 10-15 minutos antes de cada salida será suficiente y te ayudará a evitar cualquier sorpresa desagradable durante la ruta.
Si no dispones de este tiempo, se te hace un poco complicado y quieres asegurarte de que el mantenimiento de tu bicicleta cuente con todas las garantías, puedes dejar en nuestras manos la puesta a punto de tu bicicleta. La revisión es muy económica y te aseguraremos que saldrás con las mejores condiciones de seguridad y comodidad. ¡Tú sólo preocúpate de disfrutar del viaje sobre dos ruedas!