- 24 julio, 2019
- Por Maurizio Motor
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El lubricante de bici tiene la función de prevenir la fricción, corrosión u óxido, a lo largo de su vida útil, y asegura un correcto funcionamiento de todas partes móviles de la bicicleta.
Hoy, os vamos a contar las diferencias entre las variedades de aceites y grasas, que puedes necesitar para mantener en buen estado la lubricación de tu bici, sobre todo, si está expuesta a la intemperie habitualmente.
Dependerá del uso y tipo de bicicleta que tengas. Principalmente, existen dos grandes grupos: sólidos y líquidos. A continuación te explicamos las diferencias.
Las grasas son aceites con un componente aglutinante que impermeabilizan ciertas partes de la bicicleta a largo plazo. Existen varios tipos:
Para la lubricación de la cadena, existen los específicos para seco y húmedo.
Al no tener ningún tipo de grasa, no se ven afectadas por el polvo y la suciedad, y son biodegradables.
La cera para bicicletas debe de aplicarse con más frecuencia que el aceite, como mínimo 20 minutos antes de utilizarla, aunque lo mejor es lubricar la cadena el día anterior para el que efecto sea mucho mejor.
Tanto en aceites como en ceras, también existen lubricantes cerámicos que favorecen la eliminación de la fricción entre las partes móviles y aumentan resistencia a la intemperie y condiciones del terreno.
El recipiente de los lubricantes cerámicos deben agitarse antes de su uso para distribuir bien las partículas cerámicas, que tienden a depositarse en el fondo.
Esta grasa, especial para bicicletas de carbono, no contiene ningún tipo de aceite en su composición, y cuentan con unas partículas que permiten fijar los puntos de contacto entre carbonos.
Recomendamos no aplicar ningún tipo de grasa convencional a este tipo de bicis.
Esperamos haber aclarado todas tus dudas sobre los diferentes lubricantes de bici, pero si todavía necesitas un asesoramiento específico, consúltanos sin compromiso en Maurizio Motor.